Polen de Abejas
El polen es el “alimento estructural” más importante para las abejas. Es increíblemente variable en el color que depende de muchos factores ambientales como la humedad o la luz solar.
A pesar de que las abejas y las flores son ejemplos maravillosos de pureza y limpieza se pueden encontrar muchas impurezas en el polen especialmente en estado fresco. Nuestro polen está totalmente limpio a la hora de ser envasado.
Propiedades
El polen está principalmente indicado para recuperar fuerzas después de haber estado convaleciente por alguna enfermedad, sufrir de cansancio crónico, si te afectan los cambios de estaciones, si te sientes apático sientes que necesitas energía extra o como hemos comentado antes si sufres de anemia ya que el polen te ayudará a renovar la sangre.
También se ha demostrado que puede ayudar en caso de problemas de menstruación o trastornos de la menopausia, depresión o ansiedad.
Recomendaciones
Existen varias formas de conservar el polen para que no pierda ni un ápice de sus propiedades y su valor.
Por un lado, el polen fresco recién recolectado se puede mantener refrigerado en el frigorífico para ir consumiéndolo poco a poco.
El polen de abeja también se puede congelar si no se va a consumir a corto plazo. A una temperatura de -18 grados, apenas pierde más allá del cinco por ciento de sus propiedades. Se recomienda consumir 15 días después de adquirirlo.
Si se compra polen seco, se recomienda también conservar en la nevera una vez abierto y consumir en un mes.
Información Nutricional
- Calorías: 315 kcal
- Proteínas: 24 g
- Grasas: 6 g
- Hidratos de carbono: 42,1 g
El polen contiene una gran cantidad de nutrientes. Entre ellos, se encuentran:
- Vitaminas A, D, E, B1, B2, B6, ácido nicotínico, ácido pantonénico, C, K, colina y rutina. Es uno de los alimentos más ricos en vitaminas que existen.
- Minerales como oligoelementos: sodio, potasio, magnesio, calcio, aluminio, hierro, cobre, zinc, manganeso, plomo, sílice, fósforo, cloro y azufre.
- Enzimas: diastasa, amilasa, catalasa, diaforasa, pectasa, dihidrogenasa láctica, fosfatasa y sacarosa.
- Aminoácidos: alanina, arginina, cistina, glicina, histidina, isoleucina, lisina, fenilalanina, triptófano, etc.
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